La inconsciencia de la mente amorfa. (Capitulo 1)

Son invitados a leer mis escritos, son libres de pensar y criticar lo que escribo, son enriquecidos con un poco de mi diminuto conocimiento que para bien o para mal, deseo hablar que callar y no morir siendo parte de la negación de los problemas que acechan.

A partir de hoy, ustedes pequeñas células son invitadas a leer mi obra escrita dividido por tomos o capítulos, y espero no sean unas toxinas que alimentan su cerebro con el peor veneno llamado ''No Me Interesa''

Escrita por: Francisco Xavier.

Imagen Original: Zdzislaw Beksinski.

Genero: Narrativo,Relato

''La peor situación es estar consciente,
cuando ya todo esta destruido...''

Francisco Hernandez.

Prologo 

¿Hay un culpable mas, cuando uno mismo realiza sus propios actos?

¿Eres consciente de lo que haces, es correcto? ¿Te harás cargo de las consecuencias?

Un terrible fenómeno se arrastra sobre los presentes problemas, para no salir dañado se esconde entre grandes masas y no haciéndose cargo de lo ya hecho.

La sociedad sufre de esta falta de consciencia humana, para darnos cuenta de ello solo basta con estar al día con todo lo que sucede alrededor del mundo, unos nos empeñamos en arreglar otros nos empeñamos en seguir destruyendo, sea cual sea la razón para destruir presente estará entre distintas mentes amorfas.

¿Imaginas al planeta en pleno caos?

Como nosotros los humanos nos podemos desenrollar en medio de la ya perdida consciencia, y la poca que queda en algunos se están pudriendo y siendo así ya un desecho, puedes tu llegar a sobrevivir en este mundo que no esta muy alejado de esta realidad.

Este sera sin duda el posible fin de nuestra raza en un futuro, nosotros mismos terminaremos siendo nada en el aire, claro si el planeta llega a sobrevivir, si no es así seremos nada en este espacio.

Estaremos viviendo en una especie de infierno creado por el mismo hombre, donde satanás seremos nosotros mismos.

En este presente sabemos lo que el hombre es capaz de hacer cuando no pone su mente en ello.

Te doy la bienvenida a otra obra escrita mas que lleva el nombre La inconsciencia de la mente amorfa, una obra que posiblemente para muchos este alejada de una realidad, el exageramiento que se emplea puede volverse real si así lo queremos.

CAPITULO
I

''Un mundo donde hombre y animal se devoran.''

Un día mas en este insólito planeta, en los alrededores era escaso las señales de vida, la raza humana pareciera que se había extinguido. Un temeroso cielo pintado de rojo infernal y bastante de ese humo toxico y contaminante sobre el aire se hacia notar fácilmente. Existía la falta de agua y de alimentos, la poca agua que había en su mayor parte no era potable. Los humanos se destrozaban entre si por alimentos y viviendas para protegerse de las recurrentes lluvias ácidas que amenazaban a la ya dañada piel cuando esta rozaba a los individuos. Pareciera que la unión no tuviera un significado o no estuviera presente en estas vidas como si fuese un fantasma, en las calles puedes observar a cuerpos sin vida alguno jadeando otros sin energía para poder avanzar, el animal carroñero solo aguardaba un poco para poder alimentarse de los animales ya caídos e incluso de humanos. Lo peor no era esto sino todas las enfermedades que había tal como las pestes u otras infecciones causada por animales infectados y aguas contaminadas, el aire este gas que a simple vista no puede ser visto estaba en decadencia debido a la falta de arboles que producen el oxigeno.

 -No puedo seguir moviéndome pero no puedo morir en estos suelos...-Dijo


Un hombre que como cucaracha se arrastraba por las calles de la desierta ciudad, no existía mucha esperanza para este pobre ser, el mismo recorrido y todas las limitaciones de la nueva era lo habían dejado sin ilusiones de seguir en pie. Comienza a morder sus labios tan fuerte que logra hacerse heridas y de estas empieza a expulsar sangre.


-¡Ayuda ayuda! ¡Por favor!!


El hombre gritaba hacia todos lados para ver si así alguien podía escucharlo.


Finalmente sin motivación termina rindiéndose ante este insufrible suelo, tratando poco a poco que su cuerpo diera una vuelta para quedar boca arriba, mira el cielo donde todo era amargura,todo era decepción y todo había sido provocado por una misma etnia que habitaba este globo hace muchísimos años.
Sus ojos se perdían entre los movimientos de las oscuras nubes, su cuerpo se marchitaba, el sentido de la vida se esfumaba pero se acercaba algo desconocido, algo etéreo.
Algo que sin dudas te arrancaba la existencia y la absorbía para seguir disfrutando ese placer de decirte... Adiós tu subsistencia se ha marchado y temo decirte que no hay mas vida en un futuro.
El hombre apretaba sus manos en puñado mirando a los cuervos en las orillas de los edificios y los cuervos lo miraban a el, esperando a que este cerrara los ojos para luego ser consumido.


- Ahora somos partes de la cadena alimenticia de los animales, somos la criatura mas débil la que ahora solo espera a morir y ser comido por ellos, tal vez es el castigo que se nos dio por siempre acabar con lo que exista.


Decía estas palabras balbuceando con un tono de unisono.

Fue ahí cuando todo se desfigura todo el ambiente se volvía denso, todas las cosas estaban siendo tragadas por una especie de hoyo negro y brazos de pura carne jalaban al sujeto a esa profundidad abstracta.
De ahí surge un ente tan raro como el demonio que se plantea en esas religiones, este individuo era pequeño,encorvado y no se distinguía muy bien se poza ante los ojos del  hombre y comienza a hablarle.

- La destrucción que ustedes viven es real tan real como lo soy yo, esto lo viven solo por una razón y esta razón es la mas peligrosa lo que les llevo a su extinción a su eterno paradero. Es insufrible estar viviendo como ustedes lo hacen, pero ya no pueden hacer nada para solucionarlo, todos los seres mas inteligentes de este planeta provocaron su mismo final, ahora dudo de su inteligencia.

Dijo esta figura amorfa que no era totalmente visible.

  -¿Quien se supone que eres tu? Contesto el moribundo hombre.

Un silencio abrazo a la situación, volviéndose mas extraña, era un calor horrible lo que el humano sentía, sudaba y temblaba al sentir tan cerca a algo desconocido en el presente.

     - No hay porque temblar, desde tu existencia aquí tu y yo nos conocemos.

Resonaron estas palabras en el oído del hombre.

     - No se de que me estas hablando, no se quien eres tu, pero seguiré con vida sea como sea, se que nuestro poderoso señor omnipresente nos ayudara...

Decía estas palabras el  humano mientras se alejaba del extraño ser.

La singular bestia se ríe a carcajadas del hombre. 

       - ! Jajaja¡ ¿ Y como estas seguro, que tu mismo ''señor'' no te dio esto? Y ten por seguro que tu imaginativa deidad no te ayudara en nada... en nada.

Después de estas palabras todo se detiene y vuelve a la estabilidad que se encontraban las cosas, de nuevo el hombre estaba ahí tirado mirando al cielo y estos cuervos solo esperaban a que su corazón se detenga.
Es posible que el se diera por vencido, y en su mente naveguen frases como...
¿Para que sigo viviendo si ya nada no tiene solución?
En plena crisis el hombre piensa sobre lo que sucedió hace unos minutos, las preguntas invadían su cerebro, su cuerpo solo temblaba de los escalofríos que ocasiono la corta comunicación que tuvo con aquella cosa.
Hacia la nada se escucha una voz que le gritaba..

- Oye tu! ¿estas bien?

Rápidamente trata de levantarse pero esta tan débil que se encuentra hincado y grita lo mejor que puede.

  - ¿Donde estas? No puedo verte, Ayúdame por favor!

Se escuchan los pasos de la entidad que se acerca, con un gran eco el sonido va incrementando, vibrando en las paredes de los oídos del moribundo hombre que no puede mantenerse en pie.
Su mirada parecía un remolino, dando vueltas para poder ver a la persona que se acerca. Entre toda esa niebla no se podía distinguir nada, el sujeto llega por la espalda del lastimado hombre y toma su hombro y le dice en voz baja.

- ¿Aun puedes caminar?

   El hombre rapidamente voltea muy asustado y analiza todo el cuerpo del hombre que llego por detrás.
    - ¡Ah! Si...¿ pero por que lo preguntas?
           Le contesta el hombre con su mano en el corazón y difícilmente respirando.

       - Ambos debemos de largarnos de aquí y escondernos, esas terribles bestias se acercan para acecharnos. Dijo el raro hombre con sombrero.

         - ¿De que me estas hablando? ¿ Te refieres a los animales? No tiene sentido huir, las aves que se encuentran arriba de los edificios solo están esperando a que yo caiga para ser devorado por ellos.
           Responde el temeroso hombre jadeante y tembloroso.
     
            - No, no me refiero a esos animales, pero sabes.. El hombre ha hecho de la tierra un infierno para los animales. Y están en hora buena para vengarse de nosotros, debemos aceptar nuestros errores y rendirnos ante ellos, para ellos tampoco hay salvación, en este infierno poco a poco iremos cayendo todos. Dejando eso si quieres seguir viviendo y crees que exista una esperanza sígueme.

                - ¿Esperanza? La esperanza es el peor de los males, pues prolonga la muerte del hombre. Prefiero morir ahora que seguir sufriendo el poco tiempo que me queda de vida.
                    Dice con su cara agachada.
               
Un gran alboroto se escucha  a lo lejos, pareciera que se acercara una gran suma de cosas a las afueras de la ciudad, es cuando el hombre del sombrero comienza a correr y le dice al hombre sin animo.
  - Mas vale correr para estar lejos de la muerte, que estar sentado y morir.
El hombre desesperanzado reacciona y comienza a correr a como puede hacerlo, un gran dolor acosaba su desgastado cuerpo, repleto de sangre su ropa estaba por las heridas que el mismo se había hecho por los nervios, el sujeto del sombrero vuelve por el para ayudarlo a seguir moviendose, era poco el tiempo que quedaba para ambos, llegan a un edificio que se encontraba totalmente solo, ahí deciden quedarse y esperar a que todo pase, sea lo que rondaba afuera era peligroso salir.
Ellos aguardaban en el descuidado lugar, en cuestiones de minutos se empezó a escuchar fuertes disparos y espantosos gritos de hombres y mujeres,  los perros no paraban de ladrar y correr, era tan misterioso lo que sucedía fuera. Esos momentos ambos hombres se sentían tan indefensos, lo único que podían hacer es quedarse quietos y esperar a que todo ya se haya ido. El hombre débil decide hablarle al otro.

- ¿Acaso recuerdas cuando inicio todo esto? Desde niño todo ha sido igual, siempre huyendo y sufriendo, cada día todo empeora, nunca he conocido la libertad... Dice el triste hombre que miraba hacia la pared.

  - No puedo decirte mucho sobre esto, al igual que tu he vivido en llantos inclusive he llegado a hablar con ancianos, que en sus días decían que había al menos un poco de libertad, pero todo se vio cambiado cuando el hombre quiso tener mas y mas y de nuevo se abre una nueva guerra, la tercera guerra mundial.
Hasta aquellos países que no tenían nada que ver, fueron afectados. Fue ahí cuando todo se volvió un infierno...
   Contesta la persona que posee un sombrero.

     - Entonces fue la estúpida mente del hombre que nos hizo caer en este tiempo que parece un coliseo donde los mas débiles van cayendo y los fuertes tardan mas en caer. Ahora que no hay nada en este mundo porque pelear, la guerra mundial ha terminado..

      El hombre se quita el sombrero y mira hacia la ventana donde podía ver el temeroso cielo y dice..

      -  No estés tan seguro, ahora es una nueva guerra entre todos los seres vivos de este planeta, y la única finalidad es terminar con todos. La inconsciencia que se escurre en algunas mentes pueden lograr mas que una bomba de gran destrucción. Muertos no son aquellos que descansan en una tumba fría, muertos son aquellos que como yo, teniendo el alma muerta, viven todavía. 

Fin del capitulo 1

CorBera d'Ebre, destruida por una guerra civil.